El juego preferido de muchos peques es
vestirse de su personaje favorito y vivir en primera persona
su propia versión de la historia que este
personaje protagoniza, esto produce multitud de beneficios para las capacidades sociales de los niños.
Jugar a disfrazarse es algo muy importante durante el desarrollo del pequeño, en este artículo pondremos sobre la mesa las partes en las que
el crecimiento del niño se ve más favorecido y lo que es más importante,
cómo fomentarlas para que el peque le saque el mayor provecho a disfrazarse.
1. Los disfraces desarrollan su imaginación
Cuando el niño se conviérte en un personaje y desarrolla una historía en torno a ese disfraz, está
dando rienda suelta a su fansasía, la cual se ve fomentada al transformarse en su
héroe favorito. Todo esto contribuye a que la espontaneidad y creatividad del pequeño o pequeña se desarrollen más fácilmente ya que se trata de una etapa mágica en la que
el mundo real no está claramente diferenciado del imaginario.
Ya que es la única etapa de la vida en la que está permitido estar evadido del mundo real, debemos fomentarla lo máximo posible disfrazándonos con ellos y formando parte de su aventura imaginaria en el momento del juego.
¡Ya tendrán tiempo de vivir el mundo real cuando sean mayores!
2. Les ayudan a expresar sus sentimientos
Para los niños, refugiarse bajo el disfraz de un personaje, les hace sentir más seguros a la hora de expresarse y es el momento perfecto para conocer más a fondo la personalidad de nuestro peque. Por esta razón,
es uno de los recursos más utilizados por los terapeutas infantiles para ayudarles a superar diferentes problemas de relación, como por ejemplo la timidez, y los miedos.
Debido a esto, es importante intentar no bajarles al mundo real cuando están dejando volar su imaginación de esta forma, pero claro, siempre dentro de unos límites.
3. Les ayudan a desarrollar la empatía
Una de las principales causas de los problemas de integración tanto en niños como en mayores, es la falta de empatía. En este caso, el niño
se pondrá en el lugar de otra persona o personaje, sea imaginario o no, y se enfrentará a un mundo con un punto de vista diferente.
4. Nos permite conocerles mejor
Otra de las ventajas de disfrazar a los peques, es que nos ayuda a averiguar
cómo perciben a los adultos que conviven con ellos de una forma más sencilla. Simplemente observando a vuestro pequeño cuando se disfrace de papá o mamá, fijaos en su manera de actuar. Es muy probable que su manera de actuar os sorprenda y os haga pensar si la relación que mantenéis con el es la correcta o deberías cambiar algo.
DEJA VOLAR SU IMAGINACIÓN